Gabriel es conocido en el mundo administrativo y gastronómico
de la zona, ya que es propietario de la sanguchería “Amares”, ubicado en propio
Paseo Bellamar de San Antonio y que actualmente mantenía una relación con un
joven de la zona. En conversación, el aludido mencionó que en circunstancias
que la pareja estaba en una mesa del local gastronómico de la comuna, quienes
llegaron pasados de las 21.30 horas del jueves, al ingresar estaba una mesa
reservada celebrando un cumpleaños de un amigo del propietario del recinto y al
lado de ellos se encontraban cuatro personas quienes estaban en alto estado de
ebriedad.
“Al momento de retirarnos de irnos desde nuestra mesa, este
grupo de hombres nos acercó y nos empiezan a agredirnos verbalmente emitiendo
comentarios homofóbicos como oye en este resturant no entran maracos, que
onda con los maracos, porque vienen los maracos… y ese eran los improperios
que nos decían”, detalló el aludido. Mas rato regresaron al local para seguir cenando,
cuando unas dos amigas acercaron muy avergonzadas señalando que segían emitiendo
muchos improperios en contra de ellos y no iban a permitir un acto como esto.
Entre esto, los propios discriminador es desmintieron estos hechos
ocurridos culpando a ellos que iban a agredirlos, para finalmente llamar al
dueño del local. En este episodio los funcionarios navales estaban en el
proceso de iniciación consumiendo alcohol, quienes uno de ellos vomitó en una
mesa y ahí que el dueño empezó a retirar a las personas y no les deja comprar
mas tragos y señaló que no lo puede echar ya que son clientes y grandes amigos.
De acuerdo a la versión del propio denunciante, los cuatro
uniformados pertenecientes a la Gobernación Marítima de San Antonio se le
acercaron a pedirle disculpas por el episodio, pero no les ofreció ello y
comenzaría a una denuncia pública por este hecho que no puede volverse a
repetir. En tanto el dueño de la sanguchería comenzó a hacer todas las acciones legales posibles, invocando a la Ley Zamudio por una querella criminal, que se van a realizar el
lunes, por los perjuicios ocurridos en la jornada del pasado jueves, “seguiré
estas acciones legales correspondientes hasta que todo este hecho se aclaren y
reciban las disculpas públicas por el daño que me hicieron junto a mi pareja
por denostar sobre mi condición sexual”.
En tanto, la Unidad de Comunicaciones de la Primera Zona
Naval de la Armada y la propia Gobernación Marítima no se pronunciaron en este
hecho, ya que los propios funcionarios se encontraban de franco, cuando fue
este episodio.
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