El alcaide sanantonino destacó los beneficios que iniciativas de este tipo entregan a los reclusos: “(este taller) lo asimilo como una terapia, porque ellos, a través de la tierra, pueden cultivar su comportamiento y la modificación de su conducta. La prisionización genera stress entre los privados de libertad. Es un acierto que la escuela y la municipalidad llevaran a cabo este taller”.
En total fueron 15 los internos que formaron parte de este primer taller, el cual fue impartido por Paola Quintanilla, funcionaria del departamento de Gestión Ambiental de la Municipalidad de San Antonio, quien destacó que el objetivo principal del taller es ser una terapia de relajación para los alumnos y acercar la naturaleza a la comunidad.
Respecto a la experiencia vivida en la unidad, la profesora afirmó que: “Ha sido una experiencia muy gratificante, nunca pensé que iba a encontrar un grupo humano tan rico, tan comprometido, con tantas ganas de trabajar, de demostrar lo que pueden hacer. De verdad ha sido un muy linda experiencia, para seguir repitiéndola y poder capacitar a más personas”.
Rodrigo Rodríguez fue uno de los 15 condenados que formó parte de esta iniciativa y no dudó en calificarla como positiva: “La experiencia es beneficiosa para nosotros. A nosotros nos sirve esto como personas, como padres, como hijos nos ayuda a poder ser mejores personas y a valorar un poco más la vida. Ayuda a desestresarse y a poder pensar en otras cosas, en cosas más positivas y a pensar en que hay que cambiar la vida que uno lleva”.
Gracias al curso -realizado dos días a la semana y durante parte del mes de abril y todo mayo- los reclusos pudieron aprender a reconocer los tipos y épocas de siembra, los distintos sustratos y a utilizar materiales reciclables en la formación de un huerto urbano.
A este taller se sumarán una serie de actividades en la misma línea. Charlas a funcionarios y población penal, creación de puntos limpios y reciclaje serán solo algunas de las medidas a implementar próximamente.
Sin duda uno de los grandes inconvenientes que mantienen la gran mayoría de las unidades penitenciarias es la gran cantidad de residuos que genera diariamente. Con la finalidad de dar respuesta a ello es que el teniente coronel Avilés ha decidido comenzar una campaña de reciclaje, lo cual, además, de aportar a la limpieza del recinto, se vislumbra como una oportunidad de generar empleo para los reclusos.
“Tenemos un problema grave con la eliminación de residuos y frente a ello nació como estrategia generar reciclaje. Vamos a generar monitores, alrededor de 20, y después vamos a tener internos a cargo de reciclar los elementos”.
De esta forma, se vislumbra un prominente futuro para la unidad de San Antonio, donde, además, se realizan una serie de talleres para la población femenina y que buscan la reinserción social.
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