Como parte de la política y planes de mejoramiento de la infraestructura con que cuenta el Servicio Nacional de Aduanas en todo Chile, el 2017 se han ejecutado o están en ejecución más de 40 proyectos de diversa envergadura que han significado una inversión de $2 mil 796 millones 878 mil 402, correspondiente aproximadamente al 4% del presupuesto total de la institución.
La cartera de iniciativas ha abarcado prácticamente todo Chile, generando obras en las instalaciones que tiene Aduanas desde Arica a Punta Arenas. “Se trata de un ambicioso plan que está asociado al desarrollo y modernización de nuestro servicio, cumpliendo con el objetivo de entregarle mejores condiciones laborales a nuestros funcionarios, especialmente a quienes cumplen turnos en los puntos de control, y también a los usuarios que debemos atender diariamente”, destacó el Director Nacional de Aduanas, Claudio Sepúlveda.
La Subdirectora Administrativa, Silvia Salinas, explicó que “a partir del 2016 presentamos un proyecto de mejoramiento de infraestructura para nuestros edificios y pasos fronterizos, el que nos aprobaron por tres años y su importancia radica en tener lugares adecuados para nuestros funcionarios y para realizar mejor nuestra labor de fiscalización, control y atención de usuarios”.
Agregó que “para nosotros como Servicio es una prioridad, ya que es un programa de 3 años donde estamos invirtiendo aproximadamente $1.200 millones al año, excluyendo los nuevos edificios porque los postulamos aparte y que son otros $1.000 millones más”.
En el desglose de esta importante cantidad de proyectos, destacan en el norte del país la ampliación de los módulos habitacionales en la Avanzada de El Loa y el mejoramiento del cobertizo e instalación de módulos habitacionales en la Avanzada de Quillagua, ambos puntos de control interno que se encuentran en el límite de la regiones de Tarapacá y Antofagasta.
En El Loa, con una inversión de alrededor $66 millones, está en construcción una segunda vivienda sobre una zona segura y alejada de los riesgos que traen los tsunamis, que contará con 16 módulos que permitirán dar mayor amplitud tanto para los dormitorios como para los baños usados por los fiscalizadores de Aduana. En Quillagua la inversión alcanza los $394 millones para levantar el cobertizo donde se efectúan las revisiones de pasajeros producto de la mayor altura que tienen actualmente los buses. Además, se construirán cuatro habitaciones consistentes en módulos divididos en dos piezas y un baño central para los funcionarios.
Siguiendo con el mejoramiento en regiones, la Aduana de Talcahuano fue beneficiada con la construcción de una nueva vivienda para funcionarios en el paso fronterizo Icalma, en la Región de la Araucanía. Específicamente, una casa de 120 m2 en la que se invirtieron $ 65 millones.Obras similares se consideraron para la Aduana de Punta Arenas, donde se destinaron más de $27 millones para la remodelación de la casa habitación en el paso fronterizo San Sebastián, en la Provincia de Tierra del Fuego.
Para la Administración de Aduanas de San Antonio se están terminado de construir módulos con nuevas oficinas, por $150 millones, para poder enfrentar el aumento de funcionarios aduaneros en este puerto.
También destacan los $ 157 millones invertidos en las obras de la segunda etapa para habilitar el nuevo Centro de Entrenamiento del Servicio Nacional de Aduanas ubicado en la avenida Beauchef, Santiago, lugar donde se capacita en diversas áreas a los funcionarios del servicio.
En tanto, en el edificio de la Aduana Regional de Valparaíso, inaugurado en 1855, declarado Monumento Nacional en 1976 y que requiere de una mantención continua, se invirtieron casi $26 millones en pintura de la fachada, además de la restauración de algunas ornamentaciones y partes de los aleros afectadas por la pudrición de la madera, manteniendo los colores y tonos actuales que se han sido ocupados desde el año 2006 con aprobación del Consejo de Monumentos Nacionales.
Para la Dirección Nacional en Valparaíso, una de las inversiones más cuantiosas corresponde a la ampliación del Edificio Esmeralda (ex Banco Central, construido en 1928), por más de $ 1.000 millones, y la construcción del ascensor para el edificio Tomás Ramos (ex Imprenta y Litografía Universo), que tiene un costo de $310 millones.
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